Una tierra plagada de conciencias caminando en aparente soledad a duermevela por la desconfianza. Perdidos en una tierra prestada sin gozar de los albores y arreboles esta casa verde es solo es una ilusión. Tú allá y yo acá poniendo exclusas y canales el torrente vital no tiene freno. A un abrazo de distancia todos aprendiendo con su propio remo sin compartir la dicha del trayecto. El verdadero hogar no tiene paredes no está dividido en cuerpos es un útero con vasos comunicantes. Al final no habrá vencedores solo navegantes más versados listos para emprender el nuevo recorrido.
Ensoñadores Farallones de Cali - Cali Colombia
Autor: Liliana González Reyes
Comunicadora Social / Empírica en Marketing / Escritora a ratos
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